Inmunidad y salud digestiva Inmunidad y salud intestinal. M. Bailey, G. Jungersen, Reino Unido y Dinamarca
Desde el punto de vista científico es poco claro definir exactamente qué es salud digestiva (que se puede resumir como ausencia de signos digestivos), refiriéndose a un correcto microbioma, sistema inmune, metabolismo y bienestar (eje cerebro-digestivo). Debemos considerar los nuevos cambios en las prácticas de destete, el efecto del calostro y la leche para generar una inmunidad de base. El desarrollo del sistema inmune en la mucosa intestinal es rudimentario en cuanto a las Placas de Peyer y la acción esencial de las células T de la mucosa al nacimiento. Las CD4+ aparecen entre las 2-4 semanas de vida. La respuesta inmunitaria activa sobre antígenos alimentarios tiene una correlación negativa con la salud digestiva. El ecosistema microbiano de los lechones en los días posteriores al destete sufre modificaciones dramáticas mientras que tiene poca capacidad de respuesta inmunitaria. Dependiendo del ambiente (indoor o outdoor), la evolución de la microbiota es diferente, siendo el interferón I uno de los más afectados, además de algunos marcadores epigenéticos a nivel de diferentes tramos del digestivo del lechón, que también se ven afectados por el uso de antibióticos. Durante los primeros 28 días de vida, la regulación de las células T es escasa, lo que implica la baja capacidad de regulación de la respuesta inmune a proteínas. Los cambios en el microbioma afectan al desarrollo de algunos de los componentes de esta regulación de células T. Los microorganismos en el intestino constituyen un complejo ecosistema secuencial que varía según el estado de producción del lechón, y que está influido por la dieta, el manejo y el ambiente. Los resultados productivos en la práctica nos dan idea de la evolución de la respuesta inmune de los animales, aunque las correlaciones no están del todo estudiadas. La producción de IgA tiene correlación con la ganancia media diaria y la presencia de enterotipos de microbiota favorable. Los mecanismos de validación se basan en la mayor secreción de IgA como responsable de la resistencia a patógenos, al tiempo que se incrementan las necesidades de energía y proteína para dicha respuesta inmunitaria (cuyos mecanismos no están del todo bien estudiados) haciendo validaciones empíricas, necesitando realizar trabajos a mayor escala para integrar en estas valoraciones el impacto de la genética, la nutrición, la sanidad y el ambiente.
En los cerdos, la protección inmunológica frente a E. coli enterotoxigénico (ETEC) es un asunto a tener en cuenta en base a una correcta respuesta en el lugar adecuado y al tiempo correcto, pero esto no es del todo posible. Una opción es la vacunación de las madres antes del parto para pasar protección pasiva a los lechones lactantes en base al desarrollo de una inmunidad de mucosas. Los ETEC expresan más de un factor de adhesión (fimbrias – F4+ la más importante en lechones lactantes y la F18+ en diarreas postdestete) y de una a cuatro enterotoxinas (LT, STa, STb y Stx2e). La vacunación de los lechones al destete reemplaza la protección pasiva de los anticuerpos de la leche con una producción local de anticuerpos especiales secretados IgA (SIgA) en el momento del destete, que se trasladan directamente al epitelio intestinal. La distinción entre inmunidad de mucosas e inmunidad sistémica es considerable, debiendo reconocer los patrones moleculares asociados a la entrada del patógeno al medio estéril, lo que provoca un proceso inflamatorio y una respuesta inmune adaptativa caracterizada por la circulación de anticuerpos y células T como base de la inmunidad celular. La inmunidad sistémica, no obstante, no se transporta sobre la superficie de la mucosa que está expuesta constantemente a material externo como bacterias comensales, bacterias esporuladas, polen de plantas y, por supuesto, al alimento, respondiendo con inflamación y alterando el tejido linfoide asociado al digestivo (GALT). Este estado general de tolerancia inmunitaria en la superficie de la mucosa es la razón que conlleva las dificultades en la formulación y administración de vacunas inactivadas orales o nasales efectivas.
La respuesta de la inmunidad de mucosas en intestino responde, después de una infección natural, produciendo células B y T a partir de las Placas de Peyer y ganglios linfáticos mesentéricos. Los nuevos métodos de vacunación oral para la inducción de inmunidad de mucosas incluyen a la aminopeptidasa N y el uso de adyuvantes específicos que logran una fuerte respuesta Th17 que activa los receptores C-tipo lectina. Una segunda generación de vacunas se centra en estimular los nódulos linfáticos dentro del tejido linfoide asociado al digestivo, dando lugar a la expresión de los receptores de mucosa superficial alfa4beta7 activando las células B y T dando lugar a una protección inmunológica local a nivel intestinal.
La influencia de la suplementación nutricional y la edad al destete sobre la salud, la inmunidad y el rendimiento de los lechones antes y después del destete. D. Vodolazska, Dinamarca
El destete está asociado con la reducción de consumo de alimento y cambios marcados en la estructura y función del tracto gastrointestinal. Las estrategias adecuadas para aumentar la robustez de los lechones, el desarrollo funcional y la maduración del tracto gastrointestinal, son necesarias para reducir la incidencia de los riesgos de diarrea posterior al destete. El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de un suplemento nutricional líquido desde el día 2 (combinación de leche y pienso seco desde el día 12) durante la lactación y una mayor edad al destete (3,5 y 5 semanas de vida) sobre los parámetros de inmunidad y salud digestiva. La ganancia diaria en lactación y posterior al destete fue mayor en las camadas a las que se las suplementó leche líquida. En la primera semana después del destete, el consumo de alimento fue superior en los lechones destetados con mayor edad y suplementados con leche líquida. Los lechones destetados con 35 días vs 25 días tuvieron menor porcentaje de agua en su cuerpo, y más de proteína y grasa. La concentración de IgG e IgM en plasma aumentaban con la edad al destete. Obviamente, mejorar el peso al destete es una práctica de alta relevancia, ya que estos lechones crecerán más después del destete y tendrán mejor salud digestiva.
Hemicell HT, una nueva enzima beta-mananasa, combinada con una vacuna contra E. coli F4/F18 conserva el rendimiento de los lechones después del destete en presencia de fuentes de proteínas desafiantes
Los β-Mananos son polisacáridos antinutricionales que encontramos en muchas materias primas vegetales. En su estudio comparan un lote de lechones control con tres dietas convencionales y antibiótico frente a otro con esta nueva beta-mananasa a 300 g/t durante siete semanas dándole un valor de 63 kcal/kg en dietas isoenergéticas e isoproteicas (CF 1-2 semana, PST 3-4 semanas y ST 5-7 semanas post-destete). Incluyen 448 lechones en dos bandas (896 en total) con 32 réplicas de 14 lechones por corral, vacunados con vacuna E. coli F4/F18. No encontraron diferencias ni en consumo de alimento diario ni en ganancia media diaria (340 g), por lo que tampoco en índice de conversión (1,6). Sí valoran que los lechones con la beta mananasa tuvieron una menor mortalidad (0,89 vs 1,79) y menor consumo de antibióticos.
Complementar el alimento para cerdas con canola fermentada y algas marinas (EP199) modula la microbiota intestinal de las cerdas y mejora los resultados productivos de los lechones. P. Sørensen, Dinamarca
La microbiota digestiva de los lechones se ve influenciada por la de sus propias madres durante la gestación. La composición es esencial en la salud del hospedador, particularmente por su regulación del sistema inmune. Un incremento en la diversidad bacteriana del digestivo está correlacionado directamente con un menor riesgo de desarrollo de problemas entéricos, de trastorno autoinmunes, cardiovasculares y enfermedades atópicas. La nutrición tiene su impacto en la contínua interacción entre dieta, enfermedad, microbiota y patógenos, jugando un papel esencial en mejorar la salud. El concepto alimenticio “The First 175 Days” significa la influencia positiva sobre su descendencia de la alimentación maternal. Ensayan la inclusión de proteínas fermentadas de canola y algas marinas antes y después del destete en 19 granjas danesas con una media de 456 cerdas durante 5 meses. Al mismo tiempo realizan dicha prueba a pequeña escala en una granja de 100 madres en Sudáfrica. Los resultados arrojan un aumento en la diversidad bacteriana del 25%, con reducción de E. coli y Clostridium perfringens frente a Bifidobacterium y Ruminococcus en las cerdas prueba. Estas mismas tuvieron un 20% menos de mortalidad de cerdas y 4,8% menos de mortalidad de lechones lactantes con un incremento en el peso al destete del 8% (0,5 lechones más y medio kilo más en la granja de 100 madres). Un mayor peso al destete es un indicador de la mejor producción de leche de la cerda.
Experiencias prácticas Una dieta baja en proteínas durante un período corto después del destete redujo la incidencia de diarrea y el tratamiento con antibióticos sin comprometer el crecimiento general. Tina Sørensen, Dinamarca
Utilizar bajos niveles de proteína en las dietas se relaciona con una reducción en la incidencia de diarrea y en el uso de antibióticos, pero compromete el crecimiento de los lechones y la eficacia de la utilización del alimento. Llevan a cabo un estudio reduciendo la proteína solo 6 días en un grupo de 2970 lechones destetados a 28 días de vida (peso 6,9 kilos) y hasta el día 35 durante 12 semanas consecutivas y divididos en dos grupos al destete y cuatro salas de 33 lechones por grupo. Durante los 3 días posteriores al destete, se les alimenta ad libitum con una dieta del 15,2% de proteína digestible ileal estandarizada y, desde el día 4 al 9, se les divide en dos grupos: unos que continúan con la misma dieta y los otros con un alimento con tan solo 10,7% de proteína digestible ileal estandarizada, para posteriormente, ambos grupos continuar con la misma dieta hasta el día 35 donde no observaron ninguna diferencia en el peso (19 vs 19,2 kg control vs baja proteína), ni en la ganancia media diaria entre 0-35 días ( 340 vs 343 respectivamente) con un menor número de animales tratados en el grupo baja proteína frente a control.
Experiencias en la eliminación progresiva de altas dosis de ZnO en la dieta del destete. KU. Sørensen, Dinamarca
La solución a la supresión del óxido de zinc a dosis terapéuticas a partir de junio de 2022 en las dietas de lechones para el control de la diarrea postdestete no está en un solo ingrediente o aditivo, requiriendo soluciones más complejas donde el estado sanitario, el manejo y la higiene deben estar en combinación con las estrategias nutricionales. En Dinamarca crearon un consorcio (Vilomix, Vilofarm y Seges) para realizar una aproximación a los múltiples factores que influyen al destete en un mayor consumo de antibióticos, con el uso de óxido de zinc o sin él. Elaboraron un plan de acción sobre las bases del conocimiento específico a nivel de granjas, comparando los resultados durante los tres meses anteriores (con ZnO) y posteriores (sin ZnO) a las medidas llevadas a cabo: ajustar la proteína del alimento de iniciación (reducir e incluir materias primas de mayor calidad), rutinas de higiene (lavado, desinfección y secado), facilitar el consumo a los lechones varias veces al día. La ganancia media diaria, el índice de conversión y la mortalidad fueron muy similares en las dos granjas de referencia durante los dos periodos (entre destete a 7 kg y 30 kg), además de tener un menor consumo de antibióticos (8,5 a 6 ADD), lo que evidencia la importancia de los enfoques multifactoriales ante este tema.
Tratamiento de la diarrea posterior al destete Tratamiento de la diarrea posdestete. JP. Nielsen, Dinamarca
Definimos la diarrea de los lechones postdestete (PWD) como la presencia de heces acuosas, amarillentas o gris/marrón que aparecen en las primeras dos semanas después del destete. Esta definición solo se basa en los signos clínicos, siendo importante realizar un diagnóstico severo de la etiología y de los factores predisponentes envueltos en la misma. Muchos de los casos de PWD son leves, aunque en los severos podemos alcanzar el 25% de mortalidad, incluidas muertes súbitas sin presencia de diarrea al comienzo de los cuadros agudos. Tradicionalmente, los cuadros de PWD están originados por el Escherichia coli enterotoxigénico (ETEC) debido a sus fimbrias que se adhieren a la mucosa intestinal y las numerosas toxinas. En los cuadros leves, donde la diarrea suele ser transitoria y se resuelve a los 3-5 días, debemos considerar otras causas, ya que, en ocasiones, no evidenciamos ni clínica ni aislamientos microbiológicos. En estos casos debemos descartar la diarrea dietética, mecánica, derivada de mala digestión, disbiosis, aminas reactivas y sobrecarga de proteína. Hasta el momento, no tenemos ninguna técnica diagnóstica disponible para identificar cuadros de diarrea dietética. En estos casos, solemos hacer un diagnóstico por exclusión. Tenemos varios virus que se pueden asociar con los cuadros de PWD, como el Rotavirus A, el coronavirus de la gastroenteritis transmisible o el coronavirus de la diarrea epidémica porcina. El primero es más común, y los otros dos menos probables. Debemos considerar la salmonela dentro del diagnóstico diferencial. Está indicado el tratamiento antibiótico de la diarrea posterior al destete por ETEC, de forma que debemos inyectar a los lechones afectados graves, o bien hacer un tratamiento general en agua de bebida. En los cuadros en los que no está envuelto ETEC, no están bien definidas las pautas de tratamiento antibiótico, debiendo esperar y ver la evolución del cuadro. Para el tratamiento antibiótico de cuadros de PWD asociados a ETEC, es importante considerar numerosos aspectos antes de seleccionar el producto apropiado: importancia de la clase de antibiótico en base a preservar la salud humana, sensibilidad del antibiótico a las cepas de ETEC, dosis para alcanzar la concentración suficiente en sangre e intestino delgado, el régimen de dosis durante cuánto tiempo según las concentraciones en el tiempo, dependiendo de las propiedades de los antibióticos, la duración del tratamiento en relación a la evolución de los signos clínicos o la ruta de tratamiento, tanto si es a animales individuales como si es a la población completa.
Recomendaciones sobre investigaciones diagnósticas de brotes de diarrea posdestete: evaluación de la prevalencia de diarrea y determinación de etiologías microbiológicas. E. Østergaard Eriksen, Dinamarca
Ante cuadros de diarrea posterior al destete para decidir la terapia antimicrobiana más adecuada, debemos evaluar la clínica extensiva a los signos clínicos y clarificar qué agentes infecciosos están involucrados. Realizan tres estudios en granjas danesas que destetan lechones sin ZnO. En el primer caso, sobre 925 muestras de heces, miden su pH. En el segundo estudio, sobre 300 lechones de dos granjas desde el nacimiento a 14 días posteriores al destete, los examinan a diario clínicamente y toman muestras de hisopos rectales para analizar la presencia de Escherichia coli enterotoxigénicos ETEC y rotavirus tipo A. Y, en el tercer caso, llevado a cabo en cuatro granjas con lechones recién destetados, analizando los lechones con diarrea (40 a 80 animales por banda). En el primer estudio, detectaron elevadas cantidades de E. coli betahemolítico (36%) en los lechones con diarrea, de forma que el 97 y 59% eran portadores de genes que codifican la producción de fimbrias y enterotoxinas respectivamente, más frecuentes en pureza durante la segunda semana después del destete, estando acompañado frecuentemente por Rotavirus A (especialmente durante la primera semana) y mucha menor incidencia de Salmonella typhimurium. El pH fecal no está asociado a la etiología infecciosa de la diarrea posterior al destete. Debemos estimar la prevalencia en base al número de lechones con signos de diarrea evidentes. El diagnóstico, basado exclusivamente en la cuantificación de antígenos de fimbrias, debe ser específico, como la presencia de fimbrias en muestras negativas a enterotoxina de E. coli hemolíticos, lo cual es común. Medir el pH fecal no se suele utilizar, siendo ilustrativo, junto a otras pruebas de diagnóstico de laboratorio para precisar mejor.
Tratamiento con neomicina de la diarrea posdestete relacionada con E. coli enterotoxigénica. M. Kjelin Morsing, Dinamarca
La neomicina es un antibiótico aminoglicósido usado en el tratamiento de diarreas posteriores al destete originadas por E. coli enterotoxigénico, siendo su efecto antimicrobiano dependiente de la concentración, por lo que hay que investigar si es beneficioso incrementar dosis y simultáneamente reducir la frecuencia en orden a reducir el número total de tratamientos por cerdo y a la reducción de las resistencias antimicrobianas. El objetivo es determinar sobre 772 lechones, si una sola dosis de 50 000 UI/kg de neomicina es igual de efectiva para reducir el número de lechones con clínica de diarrea posterior al destete que un tratamiento a 25 000 UI/kg durante tres días consecutivos sin uso de ZnO en lechones de 4-6 días destetados. La prevalencia aparente de diarrea y la cantidad de E. coli hemolíticos encontrados fue mayor en el lote de lechones tratados con una sola dosis alta que los que se trataron con la dosis baja en tres días consecutivos.
Elección del antibiótico adecuado para el tratamiento de la diarrea posdestete. P. Bækbo, Dinamarca
La mayor prevalencia de diarrea al destete tiene lugar en la semana uno o dos tras el destete, originada fundamentalmente por E. coli hemolítico, que produce adhesinas (F4, F18) y toxinas (ST, LT) por sus cepas ETEC. Si el tratamiento antibiótico es necesario, uno de los criterios centrales para su elección es que no tenga resistencias antimicrobianas. Así, es necesario que cada cierto tiempo tengamos analíticas de posibles resistencias antibióticas en nuestras granjas, ya que en poco tiempo pueden cambiar según los antibióticos que utilicemos. Llevan a cabo un estudio en una granja con problemas constantes de diarreas postdestete. Dicha granja tiene 1200 reproductoras de ciclo cerrado, haciendo el estudio en 8 salas de lechones destetados durante un periodo de tres meses. En 24 muestras de heces y lechones donde hicieron necropsias, encontraron resistencias a antibióticos en 31 de las cepas aisladas a cuatro antibióticos, siendo sensibles a otros cinco de los 15 antibióticos incluidos en el estudio. En seis de los antibióticos, las resistencias cambiaron a lo largo de los tres meses de estudio. De los tres antibióticos no utilizados en la granja (apramicina, gentamicina y tetraciclina) obtuvieron menos cambios en sus resistencias. Aumentaron las resistencias durante el periodo en dos antibióticos utilizados en la granja (florfenicol y trimetoprim). Una reducción en las resistencias antibióticas se observó en la neomicina, que justo se dejó de utilizar antes de comenzar el ensayo. Así, concluyen que las resistencias antibióticas a E. coli pueden cambiar rápidamente en un periodo de tan solo tres meses (0 a 80%) de comenzar su uso, reduciéndose significativamente cuando paran el uso del antibiótico.
Antonio Palomo Yagüe